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Según Ayurveda, todas las personas nacemos con una constitución dóshica concreta llamada PRAKRITI.

El tiempo, el estilo de vida y los hábitos pueden variar nuestras doshas y verse reflejados en nuestra constitución actual llamada VIKRUTI. Para conseguir la salud óptima tienes que volver a tu constitución original abordando los desequilibrios que tienes en este momento.

Cada individuo presenta los tres doshas (VATA, PITTA Y KAPHA) en una proporción determinada que define su constitución personal y que se establece en el momento de la concepción.

Los factores que influyen y configuran dicha constitución son:

1. La constitución del padre/madre.

2. La alimentación y el estado mental del padre/madre.

3. El ambiente en el que viven.

4. La estación del año en la que se produce la concepción.

Quizá te identifiques con una sola dosha o con dos que es biotipo o doble dosha.

La mayor parte de la gente tiene dos doshas predominantes  (principal y secundario). A veces las alternamos y en otras ocasiones, mostramos características de las dos al mismo tiempo.

La siguiente definición de los rasgos de las personas Vata, Pitta o Kapha están representadas haciendo hincapié en sus sintomatologías características cuando están en desequilibrio.

La persona Vata

Probablemente eres una persona muy alta o muy baja con una estructura delgada o irregular y una constitución ligera.

Con tendencia a dolor articular y caries. Tu peso puede cambiar con rapidez y cuando estás triste o estresada, pierdes peso con mucha facilidad.

Te cuesta aumentar de peso, pero si eres de esas Vata que tienen sobrepeso posiblemente se deba al estrés y a una mala alimentación. Tú apetito suele ser muy variable, con tendencia a picar entre horas. Eso hace que tiendas a comer de forma irregular, en lugar de comidas fijas y consistentes.

Sufres mucho con el frío y sueles tener mala circulación. Cualquier síntoma que tengas tiende a empeorar en las estaciones de otoño e invierno. Por eso prefieres el calor, el sol y el verano.

Una característica común de las personas Vata es la sequedad interna y externa. Sueles ser una persona muy activa. Te resulta difícil estar quieta, por lo que consumes mucha energía y tiendes a secarte.

Es probable que tengas la piel y el cabello seco, o como te caracteriza la variabilidad, puede ser que algunas partes de tu cuerpo sean muy secas mientras otras grasas. Esta sequedad hace que aparezcan arrugas de forma prematura.

Otro problema muy típico de Vata es que tiendes a sufrir sequedad intestinal, lo que te ocasiona estreñimiento. Debido a tus digestiones irregulares, puedes presentar gases, hinchazón y dolores, o quizás haya sido diagnosticada de algún trastorno intestinal como el síndrome de colon irritable.

Los ciclos menstruales tienden a ser irregulares. Fácilmente puedes perder tu menstruación si estás con estrés, sobreactividad o bajo peso. Tú sangrado tiende a ser ligero, de color rojo oscuro casi marrón y puede ir acompañado de dolores abdominales y lumbares.

Cómo eres una persona muy inquieta, te cuesta relajarte. Por las noches tu sueño es ligero o interrumpido y puedes sufrir insomnio. Te sobre estimulas con facilidad y superas tus recursos de energía. Tu vitalidad tiende a ser baja y te cansas rápidamente.

El ejercicio vigoroso, cómo correr o deportes extremos, agravará tus síntomas.

Sueles tener mala memoria, falta de concentración, miedo y ansiedad y puedes padecer problemas nerviosos y cambios bruscos de estado de ánimo.

La persona Pitta

De estructura media, tus ojos son de tamaño mediano, sensibles a la luz del sol y a los agentes irritantes, los cuales se inflaman y lloran con facilidad.

Tu piel también suele ser sensible al calor, al sol y a los agentes irritantes, propensa a las erupciones, se quema con facilidad y a menudo presenta lunares o pecas. Sudas enseguida, incluso cuando hace frío. Es muy probable que aguantes bien el frío, pero que no toleres el calor.

Sueles tener buen apetito y te encanta comer. Detestas saltarte comidas y cuando tienes hambre, puedes estar muy irritable, con dolor de cabeza, mareo o debilidad. Tu digestión es buena y tus intestinos eficientes, pero si te acaloras, te enfadas o comes demasiados alimentos picantes, especiados o fritos, puedes sufrir indigestión, acidez y deposiciones sueltas.

Puedes sentir una sensación de calor interno, fiebre e inflamación, estar más irritable, enfadarte con facilidad, ser demasiado crítica, y con tendencia a padecer adicción al trabajo.

Con un Pitta elevado, diversos ácidos se acumulan en los tejidos provocando fermentación, infección y trastornos de la piel, cómo herpes, eczema, psoriasis y sudoración excesiva.

Eres una persona bastante metódica y bien organizada. Puedes obsesionarte mucho con el tiempo y tiendes a ser perfeccionista. Con frecuencia te despiertas a la misma hora todos los días. Sueles tener un sueño reparador y no necesitas muchas horas de descanso. Suele ser competitiva y tu principal miedo es el fracaso.

Tus ciclos menstruales son regulares, pero pueden presentar un sangrado abundante de color rojo intenso bañado por una sensación premenstrual de calor, mayor apetito e irritabilidad.

La persona Kapha

De estructura fuerte y estable, de huesos grandes, hombros anchos y músculos voluminosos. Tienes tendencia a retener grasa y líquido con facilidad. Sueles tener la piel bien nutrida y ligeramente húmeda al tacto.

Metabolismo lento y miedo al cambio. Tú apetito es estable. Normalmente no sueles tener hambre a primera hora de la mañana. Tienes tendencia a comer como medio para tranquilizar tus emociones. Tus digestiones son lentas, al igual que todo tu metabolismo.

No te molestan las temperaturas extremas, aunque sueles resfriarte con el tiempo invernal, frío y húmedo, siendo muy sensible a estos síntomas a finales del invierno y principios de la primavera.

Tu menstruación suele ser regular, sin dolor y larga.

Tú Constitución Kapha tiende a agravarse al llevar una vida sedentaria, con falta de ejercicio y una ingesta excesiva de alimentos dulces, haciéndote sentir aún más lenta, pesada e inactiva.

Emocionalmente puedes sentirte muy complaciente contigo misma, apegada a las cosas y a la gente, e incluso a veces con tendencia a la depresión. Tiendes a bloquear cualquier pensamiento o emoción desagradable que pudiera trastornar tu equilibrio.

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